La Fiscalía General del Estado (FGE) de San Luis Potosí ha confirmado oficialmente que los restos óseos encontrados recientemente en una fosa clandestina en el municipio de Villa de Zaragoza corresponden a Daniela Martell, la conductora de la aplicación de transporte InDrive que había sido reportada como desaparecida desde el 6 de enero. La joven, de 27 años, fue vista por última vez mientras realizaba su jornada laboral en el municipio de la capital potosina.

Tras una exhaustiva investigación y el análisis de los restos recuperados en el sitio, los forenses han determinado que los mismos corresponden a la identidad de Daniela Martell, lo que ha provocado gran consternación en la sociedad potosina y entre sus familiares y amigos. La FGE continúa con las indagatorias para esclarecer las circunstancias de su desaparición y los posibles responsables de este trágico suceso.

Según el dictamen de la Vicefiscalía Científica, los restos de Daniela Martell fueron analizados por el Laboratorio de Genética Forense de la Fiscalía de San Luis Potosí, que comparó el ADN con el de sus familiares. La Fiscalía General del Estado (FGE) informó que, tras integrar la carpeta de investigación, solicitó una orden de aprehensión contra cinco personas presuntamente involucradas en los hechos. Tres de los detenidos ya estaban en reclusión por otros delitos y fueron arrestados durante la búsqueda de la víctima.

Entre los detenidos está Paloma ‘N’, ex candidata a la alcaldía de Villa de Zaragoza, quien fue arrestada junto con otro individuo en la camioneta en la que presuntamente trasladaron a Daniela el día de su desaparición.

Otro sospechoso fue detenido durante un cateo a una casa de seguridad, donde Daniela estuvo cautiva, y disparó contra los policías en el operativo.

Los detenidos serán presentados ante el juez de control, donde se les imputarán delitos de secuestro agravado y otros relacionados con la desaparición de personas. La audiencia inicial se llevará a cabo mañana para definir su situación jurídica.

Daniela Martell, de 44 años, fue vista por última vez el 6 de enero, cuando fue interceptada por sus captores en la carretera federal 57, a la altura de la colonia Don Miguel, en el municipio de Villa de Pozos.

Este hallazgo ha reavivado el debate sobre la seguridad en el estado, particularmente en relación con la creciente preocupación por los casos de desapariciones y feminicidios, que han sacudido a la comunidad local.